A los músicos les toca bailar con la más fea
Desde que acabó la Semana Santa todo se bajó; estamos como al 40% de afluencia, cuando en años pasados, antes del coronavirus; testimonio

PLAYA DEL CARMEN, QROO.- Caminando con su acordeón al hombro, sombrero de lado e inclinado al frente, “Chaltigrillo” va rumbo a la playa.

Durante varias horas camina por los arenales, bajo los rayos del sol, en busca que turistas para cantarles y ganar algunos dólares o pesos.

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Su nombre es Nicanor Hernández Hernández, y hace más de 20 de años llegó a la Riviera Maya, procedente de Veracruz, para ganarse la vida haciendo lo que más le gusta: la música.

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Sin embargo, reconoce que cada vez la situación está más crítica, y tiene que pasar muchas horas deambulando por la zona turística en busca de turistas que quieran escucharlo.

Recuerda que hace años ganaba muy bien, pues los turistas de todas partes del mundo se emocionaban al escuchar la música mexicana y pagaban lo que fuera por una pieza.

“Pero hoy la situación es muy distinta, muy lejos quedó aquella época dorada, cuando los músicos eran más valorados”, lamenta.

Añadió que el año pasado. cuando comenzó el confinamiento, tuvo que regresar a su estado natal, a vivir en el rancho, y aunque pensaba quedarse por tierras jarochas, decidió regresar a la Riviera Maya.

Y no se queja, aclara, pero sí reconoce que la situación está muy crítica, sobre todo los días que arriba más sargazo, pues no hay turistas para cantarles.

Indicó que por ahora nota que sí están llegando visitantes, sobre todo nacionales, quienes le pagan por corridos y algunas piezas de banda, en el caso de la gente de Monterrey, Reynosa, Michoacán y Chihuahua, pero aun así, sus ingresos son de regulares hacia abajo.

EDGAR OLIVARES