Por Geovanny Zapata
CHETUMAL, Q. Roo.- Pese a que se reportan cultivos siniestrados en Quintana Roo durante la prolongada sequía, la mayoría de los campesinos optaron por no sembrar, por lo que las aseguradoras reportan pocas afectaciones reembolsables.

Luis Torres Llanes, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe) en el estado, destacó que las aseguradoras realizan los recorridos por el campo para corroborar la situación y realizar el pago respectivo, pues a ellas corresponde revisar las parcelas; ahí es cuando se percatan que no hubo cultivo porque no había agua.

Y es que desafortunadamente la escasez de lluvias ha continuado en los últimos meses y ahora la situación se recrudece con el inicio de la canícula.

Ante tal panorama, dijo, se esfuerzan para crear un esquema que beneficie a los productores del campo. “Estamos trabajando en generar proyectos para poder resembrar cuando cambie este clima, apoyar a la gente a tener la semilla”, enfatizó.

Explicó que gracias a las aseguradoras y a la labor en equipo se han podido percatar de la situación y saber quiénes no realizaron los trabajos de siembra.

“Eso lo mide la aseguradora y nos da vista, se hace un trabajo conjunto para supervisar, pero en una revisión que hicieron vieron que mucha gente no sembró, y si no sembró pues no puedes hablar de un sinestro”, expresó.

AFECTADOS

Aunque el cultivo de caña de azúcar es uno de los rubros más golpeados por la pérdida de unas diez mil hectáreas, el funcionario dejó claro que dicho sector cuenta con su propio seguro.

“Ellos tienen uno a través de Proagro, dan los avíos y ellos pagan el aseguramiento de la caña de azúcar”.

Entre otras afectaciones destacó la producción de chihua, que se ve mermada por el intenso calor en el caso de la caña existe la posibilidad de recuperar una parte por la temporada de lluvias que se esperan.

Tan solo en el sector azucarero, la falta de lluvias generó la pérdida de diez mil de las 35 mil hectáreas de cultivos, que representan cerca de 400 millones de pesos y aún no se determina a cuánto hacienden las pérdidas en los demás cultivos.

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