Por Ana María Alvarado
Twitter, @anamaalvarado

Alfredo Adame quiere desenmascarar a Susan Quintana, la mujer que fue su pareja durante dos meses, y reconoce que su error es buscar el mismo tipo de mujeres; ahora se fijará más para elegir a una buena compañera. Después de lo sucedido, el supuesto ex novio de Susan, apodado El Bebote, buscó a Alfredo y se deslindó de cualquier plan que pudiera tener la jalisciense en contra del actor. Adame comprueba a través de múltiples mensajes que le han llegado, que dicha dama se dedicaba a extorsionar hombres para obtener beneficios económicos.

Diana Golden, quien fue esposa de Alfredo, se ríe a carcajadas cuando le preguntan por él, y dice que hasta que se encontró con alguien que lo ponga en su lugar. La actriz no tiene buenos recuerdos de Adame, el actor se limita a decir: “Qué suerte de los reporteros que obtuvieron esas declaraciones de Diana estando sobria”.

Rodrigo Vidal se molestó con una servidora por haber dicho que me pareció muy ligera su respuesta, al decir que su contrato con Capricho había terminado y que él estaba tranquilo porque había hecho su trabajo. Creo que aunque el dinero no sea de uno, si alguien te confía una inversión de un millón de dólares hay que hacer lo posible porque el proyecto funcione; pero el actor asegura que lo buscan de todas partes del mundo para producir espectáculos porque tiene el talento para hacerlo y fueron los productores de Capricho quienes decidieron concluir el proyecto y si lo retoman, no será con él. No se trata de atacarlo, se trata de defender una obra de teatro, donde se invirtió una suma millonaria y hay que reconocer cuando tomas decisiones equivocadas, porque si el show no funcionó es porque la historia es mala, la protagonista no tuvo la fuerza necesaria y por varias deficiencias en la producción, así que para otra vez que lo contraten, debería concentrarse en realizar un producto digno.

Dejó claro que no le interesa mi opinión, sólo la comparto con ustedes que sabrán apreciarla; lamentablemente los periodistas nunca caemos bien cuando decimos lo que pensamos de una obra de teatro, sobre todo cuando es tan mala como Capricho; hay que decir que todo es maravilloso, para sostener una buena relación con los artistas y ese no es nuestro trabajo. Las críticas son para señalar aciertos y errores, se está hablando del trabajo de los actores, no se está atacando su vida personal, que es lo que siempre piden, pero si decimos la verdad también les molesta, es cuando no me queda claro qué es lo que quieren. Rodrigo Vidal puede continuar su vida sin problema, cuando alguien perdió más de 20 millones de pesos. A través de un mensaje me dijo que no le interesan los comentarios agresivos, donde lo difamo y doy un juicio severo y destructivo sin conocer la verdad y remata con un clásico bendiciones, que es igual que mandar a alguien muy lejos, pero disfrazado de buenos modos.

Entonces mi única reflexión es ¿para qué enojarse?, es mejor aceptar que fracaste en un proyecto y evitar cometer los mismos errores a futuro, pero cada quien ve lo que quiere y reconocer que has fallado suele ser lo más complicado. Ojalá que si Omar Fierro retoma el proyecto corriga diversos problemas de la obra o definitvamente cambie de historia para que obtenga buenos resultados. Hay más…, pero hasta ahí les cuento.

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