Eduardo Del Río
Eduardo Del Río

Desde la barrera
Por: Eduardo Del Río
Twitter: @EdelRio70

El dato es preocupante y más si se toma en cuenta su origen. Ayer, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dependiente de la Organización para las Naciones Unidas (ONU), anunció que en nuestro país, cerca de 500 mil empresas formales cesarán definitivamente sus actividades como resultado de la crisis que ha provocado la pandemia del Covid-19.

El organismo que encabeza la mexicana Alicia Bárcena motiva sus previsiones en cifras poco alentadoras. De acuerdo con información dada a conocer por la propia Cepal, la producción industrial en tierras aztecas tuvo en abril pasado un retroceso de 29.6% si se compara con el mismo mes de 2019. La industria manufacturera se habría contraído en un 35%.

Siendo más precisos, los ámbitos productivos que mayor afectación registrarán son el comercio al mayoreo, al menudeo, el turismo, la manufactura, automotriz, autopartes, construcción, servicios e industrias culturales.

Frente a este obscuro panorama que se extiende a toda la región, la recomendación es muy clara. El apoyo debe ser generalizado, “de gran escala”, apunta la Cepal, ya que “no sirve que sea parcial porque no va a alcanzar”. Se trata de evitar al máximo el probable cierre de 2.6 millones de microempresas y la pérdida de 8.5 millones de empleos formales en América Latina y el Caribe.

Como ejemplo de rescate, la Cepal cita el caso de la aeronáutica, un sector que es considerado como estratégico en muchas regiones del mundo. En el caso de México, se trata de empresas que requieren de apoyos, como es el caso de Aeroméxico, que recientemente inició un complejo proceso de reestructuración financiera, al apegarse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. La medida se traducirá forzosamente en una reducción de personal y en el número de operaciones.

No vacila la Cepal en insistir en los apoyos que los gobiernos deben otorgar a las empresas para evitar lo peor, que es su desaparición, traducida en una masiva pérdida de empleos. Según el organismo, en la región los apoyos en materia crediticia son menores a 4% de su capacidad. En México, dicha ayuda es tan sólo de 2.6%.

De no extenderse el acceso al crédito y de flexibilizar los plazos de liquidez, las noticias en un mediano plazo pueden ser alarmantes para el sector productivo. El reto es, como lo advierte la comisión dependiente de la ONU, salvar a las empresas evitando al mismo tiempo que este rescate se convierta en injustos privilegios.

No habrá forma de evitar los apoyos a empresas en dificultades. Retrasar esta política tendrá un costo más elevado y menor eficacia que si se ésta se aplica de manera inmediata. Es por la salud del país.

Segundo tercio. Ayer se cumplieron cinco años del fallecimiento de Jacobo Zabludovsky. Lo recordaré como mi primer jefe en Televisa, quien me dio la oportunidad de incursionar en este gran oficio del periodismo. Hombre culto, de trato sencillo, formador de muchas generaciones de informadores. Sus consejos eran siempre certeros, sus regaños implacables, siempre justificados. Quien tuvo la fortuna de convivir con él habrá tenido el privilegio de coincidir con este personaje que ampliamente justificó su paso por la vida.

Tercer tercio. Es preocupante la cantidad de gente que comienza a verse en las calles, al menos en lo que a la CDMX se refiere. No se ha entendido la gravedad que aún prevalece.

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