Por Alfredo Huerta
Correo: ahuertach@yahoo.com

El cierre de 2018 está siendo muy difícil para los inversionistas que no saben dónde colocar su dinero. Tan sólo en diciembre, las bolsas americanas registran caídas del orden de 7 a 8%, que si los vemos exclusivamente como comparativo mensual, este movimiento correctivo no se había visto desde 1931 (período dentro de la gran depresión), cuando perdió 14.5% y por arriba de 2002 cuando perdió 6.0%. Parece que el “raly de Navidad” pasó para otro año.

En el año, el Nasdaq pierde 1.73%; el S&P, 4.77% y el Dow Jones, 4.22% ante los riesgos de una desaceleración más clara para 2019 a nivel mundial, eventos en Europa (Italia, Brexit, BCE y su fin a la compra de activos y mantener sin cambio las tasas de interés por un buen espacio de tiempo) y a la política monetaria de la Fed, que, por cierto, podría subir hoy la tasa de interés 25 puntos base a niveles de 2.5% anual, pero modificará sus previsiones de crecimiento, inflación y empleo, así como tendrá un tono seguramente más neutro y condicionado a una mejora sostenible de la economía.

Pero también domina la tendencia secundaria de baja en las bolsas asiáticas y europeas. Vemos que el oro empieza a despertar, y sigue la caída en los precios del petróleo, que después de alzas importantes durante los primeros nueve meses del año, hoy acumulan bajas entre 23 y 16%, entre las principales cotizaciones.

El índice VIX de volatilidad muestra también riesgos de presión al alza, lo que significa riesgos de bajas fuertes y rápidas en mercados y una mayor demanda por bonos del Tesoro y de países desarrollados como los bonos de Alemania, Francia y Japón, entre otros. El nivel técnico desde nuestro punto de vista es cuando supere niveles de 30 puntos; hoy está en 25.6 unidades.

Ahora, estamos viendo un índice dólar que prácticamente alcanzó un nivel técnico relevante en 98 puntos y que en la actualidad opera en 96.5 puntos; podría moverse en forma más lateral, dando espacio a cierta reacción por momentos del euro, la libra y el yen.

Así, seguiremos viendo un cierre de 2018 con volatilidad, pero con riesgos de mayores caídas en Bolsas, inversión en instrumentos ligados al oro y demanda por bonos gubernamentales de naciones solventes.

Por ello, insistimos en que las tasas de interés cortas en México seguirán siendo atractivas y defensivas ante este marco de volatilidad. La Bolsa tendrá movimientos volátiles y aún con el riesgo de nuevos mínimos en esta corrección (hablando 2018-2019).

Materias primas con movimientos claros En estas últimas semanas, hemos visto fuertes ajustes a la baja en el petróleo ante un riesgo de alcanzar un equilibrio entre la oferta y demanda. La OPEP y Rusia definieron una reducción diaria de 1.2 mdb cuando la economía china desacelera más que lo esperado y un aumento en la producción diaria de crudo en Estados Unidos.

Por otro lado, el oro sirve como instrumento de cobertura ante riesgos sobre la inflación global o contra riesgos de gran incertidumbre sobre el crecimiento de la economía mundial. Técnicamente está probando la zona de USD $1,260, y superar este nivel podría llevarlos hacia los USD $1,300, aunque dependerá del movimiento y perspectiva de la Fed y del dólar a nivel mundial. La plata, por lo general, sigue al oro, aunque desfasado y con mayor volatilidad.

El cobre, como instrumento más ligado a la industria, presenta movimientos más limitados con el riesgo de bajas.

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