La isla de Cozumel es una parada imprescindible durante cualquier viaje a Cancún y la Riviera Maya. Colorida por doquier, este destino bañado de aguas caribeñas es el primer lugar donde los rayos del sol tocan a México, el país de los mariachis, señala la plataforma https://lanzateyviaja.com.
SUMÉRGETE EN SUS AGUAS
Enamórate del Caribe y descubre la segunda barrera coralina más grande del mundo, el Gran Arrecife Mesoamericano.
Bucea en siete distintos arrecifes. Recorre el del Paraíso y disfruta el brillo de los peces de colores que se arremolinan junto a ti, o atrévete a hacerlo durante la noche.
Conoce el Yucab, uno de los arrecifes más largos del continente, y luego desciende en San Francisco. Visita a las tortugas en Santa Rosa. Palancar no puede faltar, es uno de los jardines de coral más espectaculares del Caribe. Termina con Maracaibo y Barracudas, los más extremos con fuertes corrientes y un acceso más complicado.
Cultiva tu sensibilidad en un buceo libre por la laguna de Chankanaab donde hay barcos hundidos y está el Cristo de Cozumel, que atrae grandes grupos de peces que se agitan con el paso de las mantarrayas y las tortugas.
CONOCE SUS RUINAS
Descubre las ruinas mayas de San Gervasio que se sostienen sobre el manto de agua dulce más grande y permanente de la isla, gracias al cual los antiguos habitantes sobrevivieron sin penurias. El sitio fue parte de la extensa red comercial de la región. Camina por los senderos blancos o sac be que comunican los distintos conjuntos arquitectónicos del territorio. Visita también los vestigios de El Cedral, el sito sagrado que representa el primer asentamiento maya en la isla. Ve al Santuario de Ixchel conéctate con la naturaleza.