De las seis finales que ha cerrado el América, en casa, en torneos cortos, un equipo fue capaz de dejar en la lona a los de Coapa en ese decisivo segundo partido.
León fue aquel que, en el duelo de vuelta del Apertura 2013, demostró cómo tumbar a las águilas en el Coloso de Santa Úrsula, una lección que deberá aprender bien Rayados, que mañana se jugará la vida en la fortaleza de los azulcremas.
Para lograr dicha hazaña, La Fiera nunca traicionó su futbol, mantuvo ese estilo espectacular y ofensivo que tanto daño hizo a sus rivales durante la Fase Regular.
En el partido de ida, León salió del Estadio Nou Camp con un 2-0, resultado que le aseguraba poco, considerando que un semestre atrás, América realizó una remontada histórica ante Cruz Azul en un escenario de mayor presión y también cerrando en el Azteca.
Para el partido de vuelta, los esmeraldas pegaron muy rápido. Antes del minuto 15, La Fiera se fue arriba con el tanto de Mauro Boselli, aprovechando la débil defensa con la que contaba América.
Si bien Rubens Sambueza empató para las águilas en la parte final del primer tiempo, León, con la cabeza de Nacho González, apareció para marcar el segundo al minuto 50′, dos golpes rápidos y de los cuales ya no se levantó ese equipo que también dirigía Miguel Herrera.
La expulsión de Francisco Javier Rodríguez al 52′ y el tercer gol, de Edwin Hernández, en el 72′, terminaron por sepultar cualquier reacción del América, esta vez imposibilitado de milagros.
Monterrey ya tiene algo a su favor. Salió con ventaja del partido de ida y la defensa del América es la línea más endeble del equipo. Resta fijarse en el espejo de León.
Con información de Cancha