Helado Molecular; La ciencia y la gastronomía unidos en un cono de helados
Helado Molecular; La ciencia y la gastronomía unidos en un cono de helados

Existe toda una ciencia detrás de la tendencia de utilizar nitrógeno líquido para hacer helado.

El proceso para preparar helado regular a simple vista parece de lo más sencillo; pero en realidad es todo lo contrario. El método tradicional de preparación de helado puede tomar muchísimo tiempo y no están fácil como pasar la mezcla al congelador.

El proceso para preparar helado en realidad requiere mucha dedicación, el método consiste en congelar lentamente la mezcla de crema para que poco a poco se vayan formando los cristales de hielo, para obtener la textura que conocemos y que nos hace pecar.

Por un lado, tenemos el proceso largo que puede resultar hasta cansado y por otro la posibilidad de usar nitrógeno líquido que tiene mejores resultados de sabor en tan sólo segundos y que son increíblemente superiores.

El nitrógeno en temperatura extremadamente baja (-198ºC para ser exactos) se convierte en un líquido, lo que a temperatura ambiente lo hace convertirse en el gas que vemos en algunas de sus aplicaciones en la cocina. En estado líquido funciona para congelar instantáneamente por ejemplo una base como del helado de crema y/o frutas.

Esta súbita baja temperatura hace que las moléculas reduzcan drásticamente su movimiento convirtiendo la crema en pequeños cristales y conforme se agita la mezcla, estos cristales se rompen en pedazos diminutos que dan la textura perfecta.

Gracias a la química y a la física de este elemento se pueden crear un sinfín de mezclas deliciosas sin necesidad de saborizantes ni conservadores, los sabores realmente más naturales y frescos.

En nuestro top de helados moleculares tenemos el “Vanilla Bellow Zero” de HarryÔÇÖs Prime Steakhouse & Raw Bar, una experiencia completa.

Preparan el helado a un lado de tu mesa ¡Todo un espectáculo! elaborado a base de crema inglesa, acompañado de toppings de perlas caramelo salado, granillo de chocolate blanco, chispas de chocolate amargo y dos conos para compartir o repetir. Realmente un helado elemental.

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