Hundimientos, historia sin fin

Por Geovanny Zapata

Chetumal.- Pese a los millonarios esfuerzos del Gobierno del estado para tapar los hundimientos registrados en la zona baja de la ciudad, es altamente posible que vuelvan a ocurrir con el paso de los años debido al tipo de suelo en Quintana Roo, a lo que se añaden problemas como el nivel del mar, filtraciones y carecer de una roca dura continua, afirmó el edafólogo Héctor Antonio Tello.

TIPO DE SUPERFICIES

En México existen en general 30 tipos de suelo, registrados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Según una clasificación internacional llamada Base Referencial Mundial (WRB, por sus siglas en inglés), cada suelo es completamente diferente, de acuerdo con sus características químicas y físico morfológicas.

El suelo tiene cinco elementos principales, materia press, orgánica o carbono, parental, agua y aire; el porcentaje de elementos depende de la superficie.

Composición del suelo en nuestro país es la siguiente: Leptosol 27.4%, Regosol 14.1%, Feozem 11.7%, Calcisol 10.2%, Luvisol 9.2%, Vertisol 8.6%, Cambisol 4.7%, Solonchak 1.8%, Arenosol 1.8%, 10.6% otros.

QUINTANA ROO

Héctor Antonio Tello comentó que Quintana Roo tiene 12 tipos de suelo, de los cuales cuatro son los predominantes: los Leptosoles, Vertisoles, Luvisol y Phaeozem.

En el caso particular del centro y norte de la entidad, se tiene una gran presencia del Leptosol, que se caracteriza por ser un suelo muy delgado.

Cuenta con menos del 10% de tierra fina, diez centímetros de suelo y una roca dura y continua, se encuentran en todas las zonas climáticas y, particularmente, en áreas fuertemente erosionadas.

En el caso particular del sur del estado, predominan los tipos de suelo Vertisol y Luvisol, mismos que son fértiles para los cultivos a causa de su moderado estado de alteración y su generalmente alto grado de saturación.

En la ciudad de Chetumal se presentan dos tipos: Vertisol y Leptosol con características muy singulares.

La primera es común verlo en climas tropicales, la vegetación suele ser de sabana. Estas superficies se vuelven muy duras en la estación seca y muy plásticas en la húmeda, más si se cuenta con una bahía como la de Chetumal.

SOCAVONES

El especialista explicó que las erosiones, desfondes o socavones en el sur se deben principalmente a estos tipos de suelo que predominan, por su composición y el crecimiento poblacional sin un estudio adecuado la zona.

Comentó que la erosión se da tanto en los campos como en la ciudad, pero de diferentes magnitudes, debido a que ahí se cuenta con una cubierta vegetal y las plantas tienen raíces que amarran el suelo.

“El desgaste de la tierra se da tanto en la ciudad como en el campo y pueden lavarse incluso toneladas y es imperceptible para las personas”, subrayó.

A esto se suma que en la zona existen temporadas intensas de lluvias y, en el caso de las ciudades, por realizar trabajos y rellenos de un suelo compactado que no es nativo, lo que genera la ruptura de la estructura de composición, se vuelven miles de partículas finas que se escurre y provocan filtración.

“El problema es que se deteriora la ciudad y se sedimenta en otros lugares, por eso inclusive tenemos problemas en las alcantarillas”, subrayó.

Indicó que lo que se filtra y se lava va a parar a otro lado, “allí viene el problema en ríos, lagunas y mar, porque se acumula todo este material que se lavó y ocasiona que el nivel del agua suba”.

En Chetumal existen dos tipos de desgaste: la kárstica y la común.

La primera “está enfocada a la roca, que también se erosiona, pero para ello tiene que caer lluvia ácida” explicó.

Un karst se produce por disolución indirecta del carbonato cálcico de las rocas calizas debido a la acción de aguas ligeramente ácidas, obtenidas cuando se enriquece en dióxido de carbono, y atraviesa un suelo que no es de la zona, convirtiéndose en un soluble.

“El agua de lluvia se filtra a través del asfalto y carcome el relleno que aplican sobre un suelo que no es correspondiente”, recalcó.

El especialista Antonio Tello insistió en que los suelos naturales tienen una estructura, en cambio las carreteras no son suelo natural, sino relleno compactado.

En cuanto a los problemas en las viviendas de la zona baja dijo que se debe a la filtración, el tipo de suelo de la ciudad, el relleno compactado y la cercanía con la bahía de Chetumal, urbe que sólo cuenta con 25 centímetros de suelo natural, luego está el sascab que es sumamente fácil de erosionar.

LOS A├æOS HABLARáN

El edafólogo pronosticó que con el paso de los años es probable que se presenten de nueva cuenta los grandes socavones en la zona baja de Chetumal.

“Esto se va a hundir nuevamente, si tuviéramos una roca dura continua como la del área alta y un buen material duraría, pero la parte más cercana a bahía no la tiene”.

Debido a esto, las autoridades competentes están sujetas a dar mantenimiento constante al lugar o contar con un sistema pluvial adecuado de un material como el concreto, que ayude a desembocar el agua hacia la ensenada, para ayudar a que no haya filtración extrema.

AFECTADOS

Según el Atlas de Riesgo 2011, 18 colonias de la capital están afectadas por hundimientos, representan un área de 971 hectáreas.

De éstas, cinco se encontraban en condiciones críticas; al menos 50% presentaban afectaciones por los hundimientos, con fisuras, socavones al interior de la vivienda, así como desplome de camellones y avenidas.

Debido a ello, el Gobierno del estado se vio en la tarea de apoyar a este sector vulnerable, donde a través de la Secretaría de Obras Públicas (Seop) invirtieron 59 millones 374 mil pesos para los trabajos de rehabilitación de vialidades.

Lo anterior, en beneficio de cuatro mil 177 habitantes, en atención de 84 mil 870 metros cuadrados de superficie.

A pesar de esto, edificios de dependencias como la subdelegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) presentan graves problemas pues el edificio lateral se hunde a causa de la erosión, provocando consigo malfor maciones en la infraestructura.

Tiempo atrás, la Dirección de Protección Civil de Othón P. Blanco exhortó a la de Tránsito y a la Secretaría de Obras Públicas para restringir la circulación de vehículos pesados en el primer cuadro de la ciudad, pues muchas construcciones y viviendas se han agrietado y están en riesgo de colapsar.

En su momento, el titular de Protección Civil Municipal dijo que la circulación de automotores de alto tonelaje y la construcción de edificios de más de dos pisos debe ser prohibida en la parte baja, al ser una zona altamente cavernosa.

Los pobladores también alegaron problemas para sus familias, y que el temor de perder su patrimonio y sufrir accidentes de consecuencias graves, es latente.

El suelo es uno de nuestros mejores amigos, es el primer filtro, se llama residencia, el suelo es de los materiales más residentes que existen en cuanto a contaminantes, por ello es importante la realización de estudios previos a las obras.

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