Snorkeling For Trash
Snorkeling For Trash

Decenas de cubrebocas desechables y reutilizables han terminado como basura en el fondo del mar de Quintana Roo, de donde son rescatados por un grupo de jóvenes de la organización Snorkeling For Trash.

Ya sea por descuido o por un acto de irresponsabilidad civil y medioambiental, los cubrebocas de los bañistas que acuden al destino están terminando en los arenales, advierte Daniel Rodríguez, uno de los miembros fundadores del colectivo.

Desde hace un año, los integrantes de Snorkeling For Trash acuden cada fin de semana a limpiar arenales y una porción de fondo marino de playas de Cancún y Solidaridad.

Vasos con el logotipo de hoteles, los típicos vasos rojos de plástico para fiestas, latas de cerveza y refresco, botellas de plástico y de vidrio, envolturas de comida chatarra, llantas, ropa interior y toallas sanitarias son los desechos que más frecuentemente hallan en las playas de la zona hotelera de Cancún y Playa del Carmen..Ahora se encuentran también cubrebocas en el mar.

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Al inicio fueron solo cuatro personas, luego se sumaron más amigos y ahora en cada limpieza convocan a cualquier interesado a participar.

Antes de iniciar, el equipo da una introducción, destacando la importancia de mantener el medio ambiente saludable, al destino lo visitan por su naturaleza. En la medida en que se cuide, la economía marchará a la normalidad. Si el ecosistema se deteriora, podría perder atractivo, turistas y divisas, pero sobre todo, se causaría un mayor daño al medio ambiente, asegura Daniel Rodríguez.

Solo durante el periodo de contingencia sanitaria por coronavirus interrumpieron sus actividades, pues se convocó a un encierro voluntario y se cerraron temporalmente los accesos a las playas públicas, como estrategia contra la transmisión del coronavirus.

A partir de septiembre, cuenta, reanudaron las jornadas de limpieza. Desde las primeras visitas se encontraron con una sorpresa: cubrebocas flotando, asentados en el fondo o rodando por los arenales.

Daniel tiene un par de certezas en mente: los bañistas no tienen la cultura de la limpieza en espacios públicos; parte del problema podría solucionarse colocando botes de basura, casi inexistentes o insuficientes en las playas públicas.