Estados Unidos.- Los recursos mundiales de tierra y agua están siendo explotados a “niveles sin precedentes” que sumado al cambio climático está ejerciendo una presión extrema sobre la capacidad de la humanidad para alimentarse, advirtió un nuevo informe de las Naciones Unidas.

De acuerdo con el texto, publicado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), cerca de 500 millones de personas viven en lugares que poco a poco se convierten en desiertos, mientras que el suelo se degrada entre 10 y 100 veces más rápido de lo que se regenera.

Los expertos señalaron que el cambio climático empeoraría aún más esas amenazas, ya que las inundaciones, sequías, las tormentas y otros tipos de clima extremo amenazan con interrumpir y, con el tiempo, reducir el suministro mundial de comida.

Mientras tanto, cerca del 10 por ciento de la población mundial tiene problemas de desnutrición, por lo que la escasez provocaría un aumento en la migración transfronteriza.

Algunos autores han sugerido que es probable que la escasez de alimentos afecte a las partes más pobres del mundo mucho más que a las ricas, provocando fenómenos migratorios que ya están definiendo la política en Norteamérica y Europa.

“La vida de las personas se verá afectada por una presión masiva por la migración” dijo Pete Smith, profesor de ciencias de suelos y plantas de la Universidad de Aberdeen y uno de los principales autores del informe.

“La gente no se queda y muere donde está. La gente migra”.

Entre 2010 y 2015, el número de migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras que se presentaron en la frontera entre México y Estados Unidos aumentó cinco veces, coincidiendo con un periodo de sequía que dejó sin abasto de alimentos a sus regiones y fue tan inusual que los científicos la atribuyeron al cambio climático.

Cynthia Rosenzweig, científica e investigadora principal del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA y una de las autoras del informe señaló que las crisis alimentarias podrían ocurrir en varios continentes a la vez.

“El riesgo potencial de falla está aumentando. Todas estas están sucediendo al mismo tiempo”, detalló.

El informe también ofreció una alternativa al desgaste de suelo, estableciendo vías para reevaluar el uso de tierra y la agricultura en todo el mundo, así como el comportamiento del consumidor.

Las propuestas incluyen aumentar la productividad de la tierra, desperdiciar menos alimentos y persuadir a las personas para dejar de consumir tanta carne.

“Uno de los hallazgos importantes de nuestro trabajo es que hay muchas acciones que podemos tomar ahora. Están disponibles para nosotros”, dijo Rosenzweig.

“Pero lo que requieren algunas de estas soluciones es atención, apoyo financiero y entornos propicios”.

Preparado por más de 100 expertos de 52 países, el informe del IPCC halló que la ventana para abordar la amenaza por los recursos se están cerrando rápidamente.

A medida que la atmósfera cálida intensifica las sequías, inundaciones, olas de calor, incendios forestales y otros patrones climáticos del mundo, está acelerando la tasa de pérdida de suelo y degradación de la tierra, concluye el informe.

Las concentraciones más altas de dióxido de carbono en la atmósfera, gases de efecto invernadero que se produce por la quema de combustibles fósiles también reducirán la calidad nutricional de los alimentos, incluso a medida que el aumento de las temperaturas reduzca el rendimiento de los cultivos y perjudique al ganado.

Con información de Reforma

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