Líderes católicos en Estados Unidos, le piden a los feligreses que las vacunas de Johnson & Johnson contra la Covid-19, presentan “riesgos morales”, ya que son producidas con cultivo derivado de un feto abortado
Esta situación se presenta en San Luis y Nueva Orleans, donde la arquidiócesis afirma que es recibir la vacuna no es asunto de conciencia individual, por lo que recomendó a los católicos a no vacunarse con la vacuna de Johnson & Johnson, por lo que aseguró que deben de aplicarse las dosis de Moderna o Pfizer.
A pesar de esto, las arquidiócesis de Nueva Orleans y la de San Luis señalaron que los católicos pueden recibir esa vacuna “sin culpa si no hay otra disponible”.
Por su parte, la casa farmacéutica Johnson & Johnson emitió una declaración el martes en la que reiteró que no existe tejido fetal en la vacuna.
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En enero, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos también había confirmado las líneas celulares “derivadas de aborto” dentro de las vacunas de Moderna y Pfizer, sin embargo, estas solo fueron aplicadas para su prueba y no en su desarrollo y producción.
El Vaticano dijo que “es moralmente aceptable recibir vacunas contra el Covid-19 que han usado líneas celulares derivadas de fetos abortados” en la investigación y en el proceso de producción cuando no hay vacunas “éticamente irreprochables” disponibles para el público.
Asimismo, el Papa Francisco decretó que todos en el Vaticano deben de ser vacunados, de lo contrario estos podría ser despedidos.
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El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, quien está en contra del aborto, aclaró que la que las personas deben de usar las vacunas aprobadas, pues esa la opción para frenar la pandemia.
“No pienso que su declaración les diga completamente a los católicos que no utilicen la vacuna de Johnson & Johnson”, señaló Edwards ante lo dicho por el arquidiócesis.
“Estoy alentando a todo el mundo a tomar la primera vacuna disponible”, agregó.
Con información de Agencia