Donald Trump arremetió contra el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell y de su exvicepresidente, Mike Pence.
Esto ocurrió durante una reunión privada en la que se presumía no deberían filtrarse los comentarios del expresidente.
Se trató del primer retiro de donantes de primavera del Comité Nacional Republicano. Este sirve para reflexionar y renovar estrategias para continuar avanzando.
Sin embargo, esta reunión no se trató de renovación y reinicio, pues Trump agregó la tensión con comentarios ofensivos y severas críticas.
El mismo Trump ha expresado con anterioridad su deseo de no vincular su imagen al partido.
Cabe recordar que en marzo envió una carta de cese y desistimiento, exigiendo que dejaran de usar su imagen para recaudar fondos.
Pero con el expresidente Donald J. Trump decidido a mantener su control sobre el Partido Republicano y la base del partido tan adherida a él como siempre, la reunión de los principales donantes del Comité Nacional Republicano, en el sur de Florida este fin de semana, no fue un momento de reinicio.
Más bien se trató de un recordatorio de las continuas tensiones y cismas que agitan al Partido Republicano.
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Donald Trump arremete contra Pence y McConnell en evento privado
Este sábado, los principales donantes del partido acudieron a una serie de eventos y paneles en el Four Seasons Resort antes de viajar a Mar-a-Lago, el club privado del expresidente, para escuchar a Trump hablar.
Ahí se hizo patente la delicada relación entre el exmandatario y el partido tras perder la Cámara, el Senado y la presidente de los Estados Unidos.
Fred Zeidman, veterano republicano recaudador de fondos en Texas dijo que la presencia de Trump en la política “es una complicación tremenda”.
Su insistencia de liderar el partido afecta a todos los miembros, consideró.
“Ya ha demostrado que quiere tener una opinión importante o mantener el control del partido”
“Y ya ha mostrado todas las señales de que va a dar las primarias a todos los que no lo han apoyado”. “Todo lo complica mucho”, subrayó Zeidman.
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Suben las tensiones
Previo al discurso de Trump en el evento privado efectuado en su nuevo hogar, en el complejo de Mar-a-Lago, sus asesores habían dicho que destacaría su compromiso con el partido y la unidad republicana.
Sin embargo Trump dio un revés a lo planeado con sendas críticas hacia sus excolaboradores y copartidarios.
Durante su discurso arremetió contra el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, a quien calificó de “perdedor inútil”, burlándose de su esposa, Elaine Chao, quien fue la secretaria de Transporte en la administración de Trump.
Expresó que estaba decepcionado de su exvicepresidente, Mike Pence, y utilizó una grosería para referirse a McConnell.
Se quejó de que McConnell no le agradeció de forma debida por haber incluido a Elaine Chao en el gabinete.
Esto trascendió gracias a los comentarios de varios asistentes que no estaban autorizados para hablar públicamente sobre el evento.
La oficina de McConnell no respondió de manera inmediata a una solicitud de comentarios enviada el domingo por agencias informativas.
Como era de lógico, los asistentes se sintieron incómodos con el discurso de Trump.
Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes, a su salida de Palm Beach el domingo se limitó a decir:
“Estamos mucho mejor si seguimos centrándonos en los demócratas. Punto”.
El discurso del sábado fue el último evento de la cumbre de donantes del Comité Nacional Republicano celebrada en Palm Beach. La mayoría de las reuniones privadas del comité se hicieron en un hotel ubicado a kilómetros de Mar-a-Lago.