Vacunas chinas son la verdadera esperanza del mundo. Pese a no acaparar los titulares como las farmacéuticas Pfizer, Moderna y AstraZeneca, el nivel de producción del gigante asiático es estratosférico: cuatro de los múltiples fabricantes de este país podrían producir dos mil 600 millones de dosis este año, lo que alcanzaría a cubrir buena parte de la población mundial.
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El despliegue de vacunas a nivel mundial ha estado dominado por los países más ricos, que se han apoderado de cinco mil 800 millones de dosis de las ocho mil 200 compradas en todo el mundo, según la Universidad de Duke.
Por ello, y de acuerdo con The Associated Press, China ha prometido aproximadamente 500 millones de dosis de sus vacunas a más de 45 países, principalmente de ingresos bajos y medianos, como Indonesia, cuya extrema temperatura y recursos, podrían, además, complicar las necesidades de almacenamiento ultrafrío de vacunas como la de Pfizer; mientras que el biológico oriental se puede almacenar en refrigeradores estándar.
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Otros países como Chile fueron dejados mal por la farmacéutica Pfizer, que prometió 10 millones de dosis y solo entregó 150 mil, por lo que el envío de cuatro millones de dosis de la compañía china Sinovac Biotech permitió arrancar con la inoculación de la población de 19 millones de chilenos, a una velocidad impresionante, con lo que se coloca con la quinta tasa de vacunación per cápita más alta del mundo, apuntó la universidad de Oxford.
Vacunas chinas son la verdadera esperanza del mundo; tecnología tradicional otorga más seguridad
Las vacunas chinas de Sinovac y Sinopharm se basan en la tradicional tecnología de virus inactivado, que se basa en el cultivo de lotes del virus y luego en su eliminación.
Por ello, algunos Gobiernos ven esta opción más segura que la tecnología experimental utilizada por Pfizer, Moderna y AstraZeneca, que se dirigen a la proteína de pico del coronavirus.
“Se eligió esta vacuna porque se desarrolló en una plataforma inactivada tradicional y segura”, dijo Teymur Musayev, un funcionario del Ministerio de Salud de Azerbaiyán, que ordenó 4 millones de dosis de Sinovac.
Aunado a esto, las vacunas funcionan como una limpieza de conciencia al Gobierno chino, cuya popularidad cayó a nivel global por su mal manejo inicial del brote de COVID-19. Por ello, la diplomacia de este país ha prometido al extranjero diez veces más vacunas que las que ha distribuido entre su propia gente.
Además, en Europa este biológico podría tener utilidad política, ya que en la región central y Los Balcanes, conde China, Rusia y Occidente compiten por la influencia económica, el gigante asiático ha logrado fortalecer las relaciones bilaterales con los líderes populistas de Serbia y Hungría
Con información de El financiero.