La Laguna Bacalar no cuenta con alguna regulación que garantice su cuidado, por lo que activistas hicieron un llamado a la Semarnat
La Laguna Bacalar no cuenta con alguna regulación que garantice su cuidado, por lo que activistas hicieron un llamado a la Semarnat

BACALAR.- La Laguna Bacalar no cuenta con alguna regulación que garantice su cuidado, por lo que activistas hicieron un llamado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a definir un instrumento de protección.

Marco Jericó, del Consejo BioRegional de Bacalar, afirmó que no ha sido posible llegar a acuerdos en la materia por la oposición de ejidatarios y falta de colaboración de autoridades.

PODRÍA INTERESARTE: Alertan por degradación de estromatolitos en laguna de Bacalar

Sin embargo, aseveró, el abrupto crecimiento de las actividades turísticas dentro del cuerpo de agua hacen urgente contar un marco normativo. Dicho instrumento debe ser consensuado con la comunidad, consideró el activista.

La Laguna Bacalar es el ecosistema más importante del mundo para la conservación y estudio de los estromatolitos, considerados los primeros seres vivos que habitaron la tierra.

Además, el ecosistema que lo rodea y del que dependen alberga a una serie de especies amenazadas o en peligro de extinción como manglares, hipocampos, tortugas casquito, cig├╝eñas, halcones, viejos del monte, monos araña, jaguares y manatíes.

En el pasado ha habido varios esfuerzos para blindar legalmente el cuerpo de agua en Bacalar y el territorio que lo rodea. En 2014 la UNAM y El Ecosur propusieron inscribirlo como sitio RAMSAR, pero no se logró.

En 2017, la Comisión Nacional de áreas Naturales Protegidas (Conanp) inició el proceso para sumarla a los sitios de resguardo bajo su administración. Destinó 400 mil pesos en el estudio previo justificativo, a cargo de Amigos de Sian KaÔÇÖan, una organización conservacionista con más de 20 años de experiencia en la región.

Tras un extenso análisis de la problemática ambiental y social-comunitaria, los autores consideraron conveniente crear el área de Protección de Flora y Fauna Bacalar-Bahía de Chetumal (APFFB) en una superficie de 226 mil 885 hectáreas, a fin procurar los recursos naturales, los servicios ambientales, la infraestructura, los sitios arqueológicos existentes y a la comunidad.

Con información de Ricardo Hernández