Cancún, 13 de abril.ÔÇö El gobernador Carlos Joaquín González dijo que su administración solicitó a la Federación autorización para usar vacunas destinadas a adultos mayores que no están siendo utilizadas, en personal del sector salud, y dejó entrever la falta de esquemas para agilizar la distribución y aplicación del antígeno en el país, con 4.5 millones de dosis recibidas, pero sin poder ser aplicadas.

Explicó que, en el caso de esta ciudad, al reanudarse la aplicación disminuyó la afluencia de personas de la tercera edad, que es el sector al que le correspondía recibir la vacuna, lo que pudo ser por varios motivos, entre éstos que la gente cambió de domicilio, no se enteró, resistencia a ser vacunada o que no pudo moverse.

Luego de señalar que el calendario nacional tiene atraso y por eso sólo faltaba Cancún, dijo que esta vez llegaron 48 mil dosis, que se suman a las 7 mil 500 aplicadas anteriormente, con lo que se garantiza el cien por ciento de la población objetivo. Sin embargo, sólo se emplearon unas 32 mil, por lo que hicieron las gestiones para ser empleadas con el personal del sector salud.

“Pedimos un poco de flexibilidad, pues es ilógico que se tengan (las vacunas) y no puedan ser empleadas cuando hay demanda y está bien justificada por parte del sector salud. Algunas ya fueron aplicadas, pero falta una respuesta para emplear las restantes, cubriéndose así a buena parte del personal de medicina privada y pública”, indicó.

“En Othón P. Blanco pasó algo similar por lo que fue necesario llevar las vacunas a zonas más apartadas de la capital para ser utilizadas”, indicó.

En entrevista para Radio Turquesa, explicó que, en el caso de los adultos mayores que no pudieron ser vacunados se buscarían opciones para inmunizarlos.

Al país ya llegaron 15 millones de vacunas, de las cuales 10 millones ya se emplearon y las restantes están en territorio nacional sin poder ser aplicadas por falta de logística para su distribución, flexibilidad o ampliar uno o dos años más el rango de las edades para abarcar a más gente, añadió.

“Tener 4,5 millones de vacunas guardadas, a la espera de que alguna persona lo autorice me parece ilógico y poco razonable. Precisamente hemos dialogado con las autoridades federales para mejorar los esquemas de distribución y aplicación, que se tengan en cuenta las situaciones particulares de cada Estado para lograr una inmunidad más rápida de la población”, añadió.

“Si tengo 15 mil vacunas y 15 personas que conviven con la enfermedad, me parece lo más justo utilizarlas en ellos”, reiteró y señaló que en el caso del personal del sector salud de segundo nivel aún no se empieza a vacunar.

“Las vacunas no son para estar almacenadas, sino para que sean empleadas. Me parece que hace falta sensibilidad a las autoridades federales”, insistió.