CANCÚN. QROO.-Luego de que se suspendiera en 2020 la Bienal de Arquitectura a causa de la emergencia sanitaria, este 22 de mayo se inaugurará el pabellón de México en Venecia con 12 proyectos, uno de los cuales proviene de Cancún.
Se trata de la renovación de la colonia Donceles, de JC Arquitectura (Juan Carral OÔÇÖGorman), Kiltro Polaris (Víctor Ebergenyi) y OH Abogados (Juan OÔÇÖGorman y Pablo Gutiérrez).
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La propuesta de los descendientes de Juan O’Gorman, uno de los arquitectos más relevantes del siglo XX, se centra en nueve edificios de vivienda de tres y cuatro pisos de menos de 40 metros cuadrados.
En la actualidad, a la mayoría de los jóvenes, sin intenciones de formar familia, parece caberles la vida en 40 metros cuadrados y hacer de ello un espacio digno fue el empeño de Carral y su equipo.
El proyecto inició en 2015. Al terminar su maestría y de colaborar con el arquitecto Javier Sánchez de quien también se inspira, Carral hizo de una vieja casa de la colonia Donceles de Cancún un edificio con seis diminutas viviendas.
“Son estudios de 40-50 metros cuadrados y en cada planta baja un local comercial”, explicó Carral en entrevista.
Dijo que en ese entonces el modelo de estudio no existía en Cancún o acaso era muy incipiente.
Detalló que para hacer las casas echan mano de prefabricados, blocks de concreto, celosía en fachada, espacios sin divisiones y ausencia de acabados innecesarios.
Es con esos materiales que pueden terminar cada edificio en menos de ocho meses.
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La idea es replicar la máxima de Juan OÔÇÖGorman: mayor eficiencia por el mínimo de esfuerzo.
Es una intervención que Juan Carral llama “acupunturismo arquitectónico”, es decir, que los edificios son construidos en lugares separados de la misma colonia.
Los edificios son levantados en predios de casas abandonadas o descuidadas ubicadas en esquinas o medianeras, seleccionadas estratégicamente con un doble propósito: encontrar terrenos baratos y revitalizar la zona arquitectónicamente, según Carral.
Informó que 3% o poco más del valor de cada proyecto es invertido en restaurar los rededores.
Así, enfrente de uno ahora hay un pequeño parque; en el andador donde está otro fue repavimentado y se colocaron bancas; en otro se restauró el área deportiva a su costado y se pintaron murales.
Y es que, como los edificios se ubican en esquinas, en ambos muros despejados se colocan ventanales y ventanales, dando la cara a los espacios públicos y provocando la sensación de ampliación del espacio privado.
“No podría ser posible construir en tan poco espacio si no existieran los parques. Todos los edificios tienen enfrente parques o andadores”, explicó Ebergenyi Kelly, otro de los involucrados.
El modelo de negocio es que la mitad de los departamentos son para renta fija y la mitad para Airbnb.
Además, en la planta baja de la mayoría de los edificios, en vez de estacionamiento, se tienen espacios comerciales, a fin de dinamizar la colonia, económicamente, y que haya flujo, como estrategia contra la inseguridad.
RICARDO HERNáNDEZ