Chetumal, 19 de febrero.ÔÇö Ante los estragos causados por la pandemia, muchas familias han intentado opciones para subsistir, encontrando en el ambulantaje la solución a la dura crisis económica y el desempleo; sin embargo, ahora deben pagar hasta 800 pesos mensuales por un permiso que anteriormente encontraban desde 150 pesos en ese periodo.

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El secretario general del pequeño comercio en Chetumal, Julio René Medina Estrella, confirmó que el número de agremiados aumentó, debido a la necesidad de las familias por obtener sustento para el hogar, en muchos casos derivada de la pérdida del empleo.

Sin embargo, lo más preocupante para las familias no es la competencia que se da entre un vendedor y otro, sino que el costo del permiso para vender los productos, ya que este se ha elevado en la presente administración en un 300 por ciento.

Indicó que el personal de Fiscalización municipal exige a los ambulantes permisos por cada producto que comercializan, cuando antes se trataba de un solo permiso general con un monto no mayor a los 150 pesos.

“Si vendes tacos, necesitas un permiso para eso, otro más para vender refrescos y aguas, otro más si ofertas servicio a domicilio. Nos tienen hasta el cuello con todos esos cobros”, afirmó.

Medina Estrella dijo que en este momento los comerciantes ambulantes no tienen 800 pesos para pagar un producto, ya que las ventas son muy bajas porque la población no tiene poder económico, menos ahora por la situación derivada de la pandemia sanitaria por la covid-19.

Por si fuera poco, la administración municipal que encabeza Otoniel Segovia también busca aplicar multas a quienes ofrecen sus productos desde casa, llegando a cobrar hasta 5 mil pesos a quienes resulten sancionados, situación que consideran injusta para los que optaron por esta alternativa como medio de supervivencia a la contingencia sanitaria.