MÉXICO.- En el inicio de impresión de más de 101 millones de boletas electorales para los comicios del próximo 6 de junio, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), pidieron respeto para las elecciones.

En su discurso, Sánchez Cordero expuso que como ciudadana y titular de la Secretaría de Gobernación, desea que sean unas elecciones ejemplares, por su organización y por la limpieza de sus resultados.

“Eso depende en primer lugar, de los partidos políticos y de sus candidatos, así como de las autoridades electorales, el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”, comentó.

Olga Sánchez Cordero aseveró que, así como la neutralidad no es indiferencia, la autonomía no es autarquía. “Lo comparto, considero que siendo la neutralidad una obligación de los gobernantes, también lo es de las autoridades electorales, administrativas y judiciales”.

La funcionaria aprovechó para citar al exconsejero presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg.

“Decía Woldenberg y lo cito de memoria, que el árbitro no busca el aplauso público, sino el cumplimiento de las reglas del juego. La premisa es muy clara: por definición el árbitro es neutral, o no es árbitro”, expresó.

Momentos antes, en su discurso, Córdova dijo que hay quienes confunden la aplicación de la ley con actitudes parciales.

“El INE es un órgano constitucional autónomo y esto lo sabe bien la secretaria de Gobernación, porque lo hemos repetido una y otra vez, cada vez que tenemos el privilegio de encontrarnos”.

“Es un órgano constitucional autónomo muy celoso de su independencia y autonomía pero también tenemos claro que autonomía no significa autarquía y por eso mantenemos relaciones de colaboración con todas las instituciones del estado mexicano”, agregó.

Lorenzo Córdova subrayó que el Instituto no solo es organizador de las elecciones sino el árbitro y aclaró que aunque haya quienes confundan la aplicación de ley con sesgos o actitudes parciales, garantizan la equidad, la imparcialidad y la aplicación de la misma, por lo que se comprometió a hacer valer la Constitución.