Mantienen indígenas el tejido de telar de cintura

GUERRERO.- Mujeres indígenas de Xochistlahuaca, Guerrero, mantienen el tradicional tejido de telar de cintura y hacen un gran esfuerzo por preservar la pigmentación de hilos de manera natural, donde, incluso, llegan a utilizar los pétalos de la flor de cempasúchil para ello.

En esta contingencia, sus ingresos se vieron reducidos casi en 80%, pese a ello,
las mujeres que integran la cooperativa La Flor de Xochistlahuaca, mantienen el
trabajo que les han heredado por generaciones.

Alicia Galindo Antonio, miembro de esta cooperativa, dijo que en sus inicios La
Flor de Xochistlahuaca tenía 33 integrantes, pero poco a poco algunas emigraron,
quedándose solo 24 , quienes forman parte de otros colectivos que conforman esta
cooperativa.

Trabajando con tres algodones de diferentes colores: blanco, café y verde, los
cuales se cultivan de manera natural.

Recordó que Florentina, fundadora de esta cooperativa, fue la que trajo las
variantes de color de esta planta.

“Antes era puro blanco, lo que usaba la gente más grande y doña Florentina fue
a España y ella trajo la semilla de algodón verde, pero se lo trajo muy escondido porque no la dejaba pasar la aduana, no sé cómo, pero ella lo trajo y el color café de
Guatemala, por eso tenemos de tres colores”, dijo entre risas, ya que al preguntarle
si se había traficado con estas plantas, respondió que “sí, de cierta manera, porque
se lo trajo muy escondido”.

Foto: Cuartoscuro

Pigmentos de algodón

Explicó que, este grupo de mujeres, continúa trabajando con la pigmentación de
hilos de algodón de manera natural, es decir, usando plantas, flores, frutos, hojas
y cortezas; como hojas de mango, zapote negro, cúrcuma, corteza de árbol de manche, Bugambilias, pétalos de flor de cempaxúchitl, cebolla morada, almendras y
frijoles, además de muchas otras silvestres.

Dijo que, al modo de alquimistas, han estado combinando estas plantas para obtener otros colores diferentes a los básicos .

Para el pasado Día de Muertos, debido a la contingencia sanitaria, este colectivo
lanzó en redes sociales una convocatoria para que se les donará, luego de levantar
sus ofrendas, las flores usadas en ellas (principalmente la de cempasúchil), pero
la respuesta de la comunidad de Xochistlahuaca fue nula, debido al cierre del panteón por las medidas sanitarias.

Indicó que ellas, año con año, acuden al panteón a recoger todas las flores secas para tener material para pigmentar, pero ante el cierre de este, no pudieron
recolectar nada de flor y solo utilizaron las propias.

Foto: Cuartoscuro

Orgullosas de sus tradiciones

Cada una de las integrantes de La Flor de Xochistlahuaca dijeron sentirse muy orgullosas de continuar preservando el tradicional tejido de telar, además de que han
participado en diversos eventos nacionales e internacionales, por su labor, preservación y enseñanza de esta ancestral técnica.

Las mujeres de origen amuzga, tardan de tres meses a un año en elaborar un huipil bordado.

ángela Bautista Cruz, de 72 años, quien es de los miembros más viejos de este colectivo, narró que “a los ocho años empecé a tejer mi mamá me enseñó a tejer, ahora
estoy en este grupo y empecé a pintar el hilo, eso empecé a hacer con hojas, con cáscara, y frutas eso hago hilos que ocupo para hacer ropa para vender y hago hilos para vender, esas cosas hago, aprendí a pintar hilo y me gusta lo que hago, la cantidad de hilos que puedo hacer con hojas, cáscara y frutas y puedo elaborar también el hilo”.

Mientras que Maribel de Jesús Merino, de tan solo 15 años, dijo que “aunque soy
muy joven, me gusta estar con ellas para que yo pueda aprender lo que ellas hacen,
aprender los trabajos de nuestras abuelas debemos de aprender esos trabajos, y
todos los jóvenes debemos de aprender estos trabajosÔǪ A mí me gusta el telar de
cintura, pintar el hilo y quiero aprender hacer el hilo, me gusta cuando les gusta
mi trabajo, un huipil, cuando una persona te compra da mucho gusto, si te compran
tu grupo es porque les gusta tu trabajo mi familia me dice que es bonito aprender
este trabajo porque es un trabajo de los indígenas, por eso me gusta estar con estas
personas y mi familia también están de acuerdo yo estoy muy interesada en este
trabajo un trabajo indígena”.

Cabe destacar que, para estas entrevistas, se contó con la ayuda de un traductor,
ya que las mujeres son indígenas ├æomdaÔÇÖa, también conocidas como amuzgos, y hablan su lengua madre.

Con información de Dassaev Téllez Adame/ Cuarto Oscuro