La crisis económica ocasionada por la pandemia de covid-19 y el cambio climático, han afectado tan duramente a la comunidad de El Aguaje, en Ciudad Valles, San Luis Potosí, que han propuesto al gobierno local que los dejen sembrar, cosechar y comercializar los derivados medicinales de la mariguana.
Los pobladores no buscar vender o traficar la planta como droga, sino más bien sembrar matas y convertirlas en productos terapéuticos que puedan ofertar y así mejorar la economía de su comunidad.
La comunidad de El Aguaje, está ubicada a 291 kilómetros de la capital del estado, y tiene una población de poco más de 183 mil habitantes; de los cuales el 81.45% vive en condición de pobreza, 37.71% en pobreza moderada y el 7.11% en pobreza extrema, según las estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Parte de la historia de El Aguaje es la medicina tradicional. Hasta hace dos años esta gente vivía de la producción del Soyate, un árbol terapéutico que ha sido catalogado como en peligro de extinción, por lo cual no pudieron seguir explotando sus propiedades, ni vivir de ellas. También lo intentaron con la apicultura, pero el cambio climático afectó la producción de miel drásticamente.
Guillermo Ahuja, profesor e investigador de la Facultad de Estudios Profesionales de la Huasteca, comenta los pobladores no quieren dejar sus parcelas y que le han pedido que hable con el alcalde para abogar por la oportunidad de sembrar mariguana para sobrevivir.
“No es para echarse un churro, ellos sí lo quieren para sobrevivir. La miseria nos está alcanzando, qué es lo que prefieres tener gente miserable y después que se dedique a otra actividad con tal de recibir unos pesos”, explicó Ahuja.
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En espera de la legalización
Por su parte, el Senado de la República no ha mostrado avances en la discusión de la legalización de la mariguana, misma que no se ha analizado desde marzo, cuando la comisiones de justicia, de salud y puntos constitucionales aprobaron un dictamen en lo general. Simplemente resta la discusión en lo particular, para después someterlo al pleno. El plazo está programado hasta el 15 de diciembre.
La intención de sembrar no es exclusiva de la población necesitada, a su vez, académicos y hasta el propio alcalde de Ciudad Valles, Adrián Esper, vislumbra esta posibilidad como “un sueño de oro verde”.
Con información de Milenio