Se ganan la vida en tiempos de pandemia
Se ganan la vida en tiempos de pandemia

Se ganan la vida en tiempos de pandemia, sin apoyos del gobierno, sin más remedio que sobrevivir en las calles.

Estos mexicanos, enlistados por la agencia Reforma, luchan día a día contra la crisis económica que ha dejado la pandemia de Covid-19.

Cuando llegó el coronavirus a México y se decretó el cierre temporal de los comercios, los artistas callejeros y botargas han sido retirados continuamente por operativos policiacos y remitidos al Juez Cívico para pagar multas que, en ocasiones, ascienden a los 900 pesos.

Israel Armendáriz fue llevado al Juzgado Cívico en la calle República de Paraguay, no solo temió por su botarga de Covid-19 y por tener que pagar la multa, sino por su salud debido a las pocas medidas de higiene que hay en el lugar.

Según cuenta, hasta ahora, en el grupo de Whatsapp en el que participan 32 compañeros de la zona, sólo dos artistas callejeros se han contagiado de Covid-19 y se recuperaron sin secuelas. Quince de todos ellos, cuenta Israel, siguen en la lucha a pesar de las condiciones.

“Al día de hoy no se puede trabajar. La calle Madero sigue cerrada en cuanto a eso; sus comercios sí abren normal, pero nosotros no estamos tolerados en eso”, dice Israel Armendáriz, dueño de botargas.

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Se ganan la vida en tiempos de pandemia

Se ganan la vida en tiempos de pandemia

Franco Martínez no pierde el optimismo. El Joven Manos de Tijera ideó desde el pasado Día de Muertos una nueva forma de atraer clientes: una escenografía desmontable y acompañar la foto con un performance.

Entre un marco de luces de tamaño natural, flanqueado por dos de los arbustos que el personaje poda en la película de Tim Burton, Franco invita a quienes desean una fotografía a sentarse en una silla de peluquero y pretende que les corta el cabello con las cuchillas que lleva por dedos, subraya Reforma.

Según indic, aquel sábado de noviembre, el Joven Manos de Tijera fue la sensación sobre Avenida Juárez, tan llena de paseantes como cualquier otro fin de semana.

Pero con la Ciudad de México oscilando peligrosamente entre el semáforo naranja y el rojo, los artistas callejeros y botargas del Centro se mantienen en la lucha por llevar algo de dinero a casa. Entre la incertidumbre y el miedo, consiguen también, cuando los dejan, algunos momentos felices.

“La verdad ha estado jalando bien y tengo un performance que otorgarle a la gente, para que la gente se distraiga un poco de sus problemas y de todo esto que está pasando”

Por otro lado, en abril, en el ascenso de la pandemia, Sergio Rocha determinó dejar de trabajar su taxi, debido a la cuarentena masiva. Pero al no encontrar un empleo volvió a retomarlo. Hoy, otra vez dejó de ser taxista.

Sergio contaba con un taxi rosa que no era suyo por lo que debía de juntar 300 pesos diarios y otros 500 para la gasolina.

El ruletero recuerda que sin pandemia un taxista normal lograba juntar hasta los 150 o 200 pesos en una hora. Con la pandemia se vio en el drama de juntar entre 30 y 50 pesos en una hora.

Sergio decidió dejar el taxi y se presentó en las carpas que el Gobierno federal y de la Ciudad de México instalaron para quienes perdieron su empleo.

La idea era obtener un apoyo mensual, pero no lo logró.

El ex ruletero busca empleo por su cuenta. Comenta que ya perdió la esperanza de que el Gobierno lo apoye.

 

Con información de Reforma