CARLOS RAMIREZ
La visita de la vicepresidenta Kamala Harris fue, así, un diálogo entre desiguales, pero con el detalle de que la Casa Blanca rebajó a México

La asignación de la agenda México a la vicepresidente Kamala Harris ha sido uno de los principales mensajes de la Casa Blanca de Joseph Biden en los temas delicados de migración y crimen organizado. Los nuevos gobernantes estadounidenses están mandando los mensajes de que México es un problema para Estados Unidos.

El principal conflicto va a radicar en el hecho de que los problemas en la vecindad se deben administrar de manera coordinada entre los dos gobiernos. El presidente Biden parece que aún no procesa bien la relación de su antecesor Donald Trump con México y con el presidente López Obrador. Sin embargo, en realidad el exmandatario supo leer con astucia política el funcionamiento nacionalista presidencial del jefe del Ejecutivo mexicano y logró más con buenas relaciones.

El primer error estratégico de Biden fue repetir el modelo de Trump de muros militares en las fronteras del Bravo y del Suchiate y distraer con apenas cuatro mil millones de dólares de apoyo. La crisis migratoria de la región está atada a la corrupción de los gobiernos centroamericanos y al dominio de bandas del crimen organizado y buena parte del flujo irregular de migrantes hacia EU es estimulada y operada por grupos de narcos.

El anuncio unilateral del envío de la vicepresidenta Harris a México y Guatemala y las decisiones también unilaterales de recompensas contra narcos mexicanos en México delinearon el viejo estilo de vaquero de Ronald Reagan en las relaciones bilaterales. Ya se sabe que la vicepresidenta Harris viene con exigencias contrarias a las políticas nacionales de Gobierno en esos temas. En los hechos, la Casa Blanca querrá imponer sus “intereses nacionales estadounidenses” por encima de los “intereses nacionales mexicanos”.

La visita de la vicepresidenta antes de un encuentro Biden-López Obrador es una provocación poco diplomática de la Casa Blanca. Reagan confrontó a México en 1985-1987 y perdió.

 

Zona Zero

  • Por alguna razón de coyuntura, el presidente López Obrador anunció su libro donde contará su relación con Donald Trump. El dato mayor es que el Presidente mexicano siempre reconoció en su colega estadounidense un respeto a la soberanía mexicana y las presiones arancelarias fueron motivadas por la emergencia migratoria. El libro sin duda que no será bien leído en la Casa Blanca de Biden. Por eso el sentido de la oportunidad es en sí mismo un mensaje de México.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

seguridadydefensa@gmail.com

www.seguridadydefensa.mx

@carlosramirezh