La divisa del poder
Por: Adrián Trejo
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Morena, el partido en el Gobierno, ha perdido la mayoría que tenía en varios Congresos estatales de forma por demás sospechosa.
De 17 Congresos que dominaba en 2018, el número se ha reducido a 11, aunque podrían ser nueve si, como está sucediendo en Hidalgo, el gobernador Omar Fayad logra convencer a tres diputados morenos para abandonar sus filas.
Hidalgo es un ejemplo claro de cómo los gobernadores que tienen un Congreso liderado por Morena se han encargado de minar su membresía en aras de mantener el control de Legislativo, para lo que pudiera ofrecerse.
Morena inició la actual Legislatura en Hidalgo con 17 diputados de mayoría relativa; el grupo creció a 20 cuando otros tres diputados, entre ellos uno del PES, se sumaron a las filas del partido.
Veinte diputados hacían la mayoría calificada que se requiere para realizar modificaciones a la Constitución local.
Por ello, el gobierno de Fayad, que ha mantenido un sistemático bloqueo a las actividades del Congreso estatal, se ha dado a la tarea de “convencerÔÇÖÔÇÖ a varios diputados de Morena de sumarse a su causa.
Ya convenció a dos ÔÇôno se sabe con qué buenas o malas artes-, lo que provocó que Morena perdiera la mayoría calificada en el Congreso y ahora va por otros tres cuyas convicciones partidarias no están muy sólidas que digamos.
Podría tratarse de otro caso como el de Baja California, en el que la sospecha desplaza absolutamente a la convicción.
Y como en Hidalgo, en otros estados las bancadas de Morena se han ido reduciendo, cediendo espacios a partidos afines al gobernador en turno.
Eso le fue denunciado a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante una reunión que tuvieron los presidentes de los Congresos estatales de Morena con los coordinadores parlamentarios y otros funcionarios.
Pero el aviso le pasó de noche a la secretaria, quien dejó en manos del subsecretario Ricardo Peralta la solución del caso específico de Hidalgo y la embestida de su gobernador a la bancada de Morena.
Algo pasó, sin embargo, en el ínter de una reunión a otra que hizo que Peralta, originalmente a favor de los argumentos de la fracción de Morena, cambiara de opinión, y hoy es uno de los apoyadores de Fayad y compañía.
¿Cambio?
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Con una leve reforma al texto de la iniciativa original, el Congreso de Tabasco aprobó la llamada Ley Garrote, que criminaliza la protesta y las manifestaciones.
El cambio parece haber sido dictado desde Palacio Nacional, pues en la conferencia mañanera, López Obrador dijo que no se trataba de castigar la protesta, “sino de evitar chantajesÔÇÖÔÇÖ.
Y eso mismo se incluyó en el texto aprobado.
En síntesis, se castigará con pena de cárcel “a quien extorsione, coercione o intente imponer cuotas o impida total o parcialmente el libre tránsito para la ejecución de trabajos y obrasÔÇÖÔÇÖ.
La norma, dejada así, a la interpretación de la autoridad, va a generar muchas irregularidades.
Pero ya tiene su garantía de paz la refinería de Dos Bocas.
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Pese al optimismo galopante del presidente López Obrador sobre la marcha de la economía, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció que la dependencia inyectará 485 mil millones de pesos a la economía nacional para darle un “empujoncitoÔÇÖÔÇÖ.
Empujón que no hubiera sido necesario si el Gobierno federal no hubiese mal entendido que austeridad no es restricción absoluta de inversión.
A ver si mañana Herrera, dos veces desmentido por López Obrador, no sale regañado.
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