EL CAIRO.– En un recorrido que en todo el mundo se ha calificado de espectacular, pero extravagante, un insólito grupo de reyes y reinas egipcios salieron a las calles de El Cairo para protagonizar lo que las autoridades llamaron “El Desfile dorado” de los faraones. Lo más extraño del desfile es que todos los protagonistas llevan muertos más de mil años y todos ellos están momificados.

Se trató de una procesión que los egipcios no vacilan en calificar de histórica: 22 momias, 18 de faraones y cuatro de reinas del antiguo Egipto, fueron trasladadas del Museo Egipcio, donde se les ha conservado por muchos años, al nuevo museo donde residirán de ahora en adelante, el Museo Nacional de la Civilización Egipcia, a 5 kilómetros de distancia.

Las momias de los antiguos faraones tienen el estatus de tesoro nacional. Las autoridades egipcias efectuaron el traslado no desde una perspectiva de piezas de museo: se organizó un recorrido triunfal, como si los monarcas estuvieran vivos.

Con un estricto operativo de seguridad, se construyó un desfile con fuertes dosis de espectáculo multimedia: las momias fueron transportadas en vehículos arreglados para semejar los carros funerarios en los que originalmente fueron conducidos a sus sepulcros, muchos de ellos ubicados en el legendario Valle de los Reyes, donde a lo largo del siglo XX se hicieron numerosos rescates arqueológicos.

Cada carro está dotado con control de temperatura y las momias fueron colocadas en cápsulas de nitrógeno, decorados con alas y motivos faraónicos.

“Hemos elegido para estas momias el Museo de la Civilización porque queremos que, por primera vez, exhibir las momias de un modo civilizado y no por divertimento como hasta ahora sucedía en el Museo Egipcio”, explicó el reputado arqueólogo egipcio Zahi Hawass.

Con gran pompa, en una ruta completamente iluminada, las reinas y los faraones desfilaron en el orden cronológico de sus reinados: desde el gobernante de la dinastía XVII, Seqenenre Taa II, hasta Ramsés IX, que reinó en el siglo XII a. C.

El tono espectacular del traslado ha sido relacionado por muchos estudiosos de la cultura egipcia, como un intento del gobierno de El Cairo por volverse a posicionar en el circuito turístico mundial, pues la pandemia de covid-19 frenó a los miles de viajeros que cada año visitan las ruinas del antiguo Egipto y el museo donde se resguardaban los restos de las reinas y los faraones.

El traslado de las momias fue transmitido por la televisión pública egipcia y por sus redes sociales oficiales. La mayor parte de ellas provienen de un almacén de momias reales, en Deir el Bahari, población cercana a la ciudad de Luxor, a 600 kilómetros de El Cairo. Se ha podido establecer que esa especie de refugio de momias fue creado por sacerdotes contemporáneos a los monarcas, para evitar que sus sepulcros fuesen saqueados.

 

Con información de: redacción