En el mundo, 73 de cada 100 mujeres periodistas ha vivido violencia en línea. De acuerdo con la encuesta mundial sobre violencia en línea contra las mujeres periodistas, impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en cooperación con el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés), 73% de las mujeres periodistas afirmó haber experimentado violencia en línea en el curso de su trabajo, incluidas amenazas de violencia física y sexual, junto con ataques a la seguridad digital.
Este es uno de los resultados preliminares de esta encuesta respondida por más de mil 200 periodistas de todo el mundo. Los resultados también indican que 20% de las informadoras dijo haber sido abusada y atacada fuera de línea.
De acuerdo con la UNESCO, el estudio tiene por objeto trazar un mapa de la escala y las repercusiones de este problema a nivel internacional y formular recomendaciones para los gobiernos, la industria de los medios de comunicación, las organizaciones de la sociedad civil y las empresas de tecnología, a fin de encontrar formas más eficaces de contrarrestar el problema.
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En el mundo, 73 de cada 100 mujeres periodistas ha vivido violencia en línea
Agregó que en todo el mundo, las periodistas parecen estar enfrentando niveles cada vez mayores de abuso y violencia en línea, que van desde el acoso, el trolling, el doxing, la expresión de odio sexista, hasta amenazas de violencia sexual o física.
En otra encuesta mundial realizada a principios de este año por el ICFJ y el Centro de Periodismo Digital de la Universidad de Columbia como parte del Proyecto de Periodismo y Pandemia, 16% de las mujeres encuestadas dijeron que el abuso y el acoso en línea era “mucho peor de lo normal”.
Estas amenazas pueden llevar a algunas mujeres periodistas a practicar la autocensura, a retirarse de los reportajes de primera línea y de las conversaciones públicas en línea o, en los casos más extremos, a abandonar la profesión. Muchas periodistas resisten, negándose a ser silenciadas, incluso cuando hacerlo las ha expuesto a más riesgos.
Fuente: CIMAC Noticias