#LoboSapiens
Por Alberto González
Correo: alberto.gonzalez@24-horas.mx // Twitter:@Chimalhuacano

El mitin político mutó en sólo un par de minutos a una especie de ceremonia de canonización y, ante mil 500 seguidores, Jesús Martín del Campo fue declarado santoÔǪ

En la explanada de la delegación Iztacalco, Andrés Manuel López Obrador se refería al entonces candidato a jefe delegacional: “Es un santo de la lucha social, de la lucha democrática; ya mejor que él no hayÔǪ”.

Los asistentes escuchaban silenciosos, hasta que las porras hacia AMLO irrumpieron. Ese 28 de abril de 2015, al activista social que había participado en el inicio de un mitin político, su líder le impuso una aureola.

Ya como presidente del primer Congreso de la Ciudad de México, a más de cuatro años después de aquel mitin, algunos comentaban que Martín del Campo sí parecía un santo, porque era cuestión de fe su existencia en la presidencia de la Mesa DirectivaÔǪ hasta que, en plena sesión, una voz que se le atribuye murmuró una serie de palabras altisonantes que parecerían más el monólogo en una cantina, que palabras del presidente de la Mesa Directiva del Congreso, más si años atrás había sido declarado “santo”.

Del Campo niega que sea su voz la que dice: “Vamos a ver, pinches pendejos, por la negativa, hijos de su puta madre”. Y asegura que fue sembrada en la grabación que muy pronto se subió a las redes sociales y se hizo viral.

No es difícil saber si la voz es del diputado morenista o no. Se puede pedir la revisión de la videograbación o consultar a un perito especializado; claro, si se quiere aclarar el tema. Y tendrían que investigar porque no queda en un mero lenguaje pícaro, sino en una franca descalificación e insultos directos a sus propios compañeros de bancada.

Sólo basta echarle una revisada al Código de Responsabilidad Parlamentaria de la Cámara de Diputados, el cual establece la posibilidad de que sea destituido del encargo por dicha falta; esto, claro, si los legisladores capitalinos se disponen a instalar el comité de ética que debería estar ya analizando el caso.

A pesar del poco liderazgo que se le critica, Jesús Martín del Campo ya ha pasado algunos apuros en tribuna, como aquellos tropezones verbales que vivió cuando tomó protesta, el 9 de octubre, a Javier González Garza, Laura ángeles Gómez y Carina Piceno Navarro, como oficial mayor, tesorera y coordinadora de servicios parlamentarios, respectivamente.

#¿LoboEstásAhí?

Nuestra compañera que cubre Presidencia fue el blanco, en Twitter, de un individuo llamado Marco Antonio Olvera. En su intento por congraciarse con el Presidente y su equipo, la expuso, mediante descalificaciones a un grupo de fanáticos que la descalificaban por preguntar quién es el dueño de los Jettas en que se transporta, ya que ninguna instancia oficial lo sabía o tenía esa información. Sin ningún problema, el Jefe del Ejecutivo respondió, pero cuentas anónimas arremetieron contra nuestra reportera. Olvera tomó uno de esos ataques y lo retuiteó con una descalificación. Desde aquí lo responsabilizamos de lo que pueda suceder, sobre todo porque es uno de los asistentes a la conferencia mañanera, y no es el primero que insulta a reporteras. No podemos normalizar este tipo de agresiones.

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