Sumérgete en el mundo de las flores comestibles. A nivel global hay 186 tipos diferentes, 80% de los cuales son oriundas de México, afirma Tania Orozco, chef e investigadora que encabeza un proyecto de la Universidad de Chapingo, para definir las características nutricionales de estas.
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Algunas de las más populares y fáciles de conseguir son:
Dalia
Es la flor nacional de México. De esta se pueden consumir tanto los tubérculos como sus pétalos. Estos últimos se pueden consumir crudos y tienen un gusto ligeramente mentolado.
En el caso de los tubérculos, se deben lavar muy bien para retirar la tierra y hervirlos durante 45 minutos en olla; después, se limpian de la piel y se cocinan al gusto.
El agua de la cocción puede reutilizarse como té, o para darle sabor al café, al chocolate o al atole, o para mezclarla con la fruta de tu preferencia.
Dulce de camote de dalia
Ingredientes
250 gramos de camote de dalia
250 gramos de azúcar
Preparación
Para empezar, cuece el camote, pélalo y pícalo en cuadraditos pequeños. Reserva.
En la misma olla, prepara un almíbar con el azúcar. Ve derritiendo el azúcar poco a poco y moviendo la olla para evitar que se pegue. Agrega después el camote picado.
Deja cocinar en este almíbar hasta que el camote este algo desecho, se puede agregar un clavo de olor al almíbar mientras se cocina, para darle un gusto distinto. Deja enfriar y sirve como postre.
Sumérgete en el mundo de las flores comestibles; flor de calabaza
La flor de calabaza es rica en vitamina A y ácido fólico, potasio y calcio; además provee muy pocas calorías y es muy económica, por lo que es una excelente opción para guisos y platillos e, incluso, para mezclarla en quesadillas o huevos revueltos.
Crema de flor de calabaza
Ingredientes
1 lata de leche evaporada
2 tazas de flor de calabaza
1 taza de agua
1 cucharada de consomé de pollo en polvo
1 cucharadita cebolla en polvo
2 cucharadas de mantequilla
1/2 cebolla
95 gr de queso crema a temperatura ambiente
1/4 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de pimienta negra
Preparación
Calienta la mantequilla y fríe la cebolla hasta que esté transparente; agrega la flor de calabaza y cocina por 2 minutos.
Añade la leche evaporada, el queso crema, la sal y la pimienta, licúa y devuelve al fuego.
Calienta durante 8 minutos a fuego medio o hasta que espese un poco, moviendo constantemente.
Sirve caliente.
Puedes agregar un poco de chile poblano para que quede picosito.