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Científicos estiman que las reservas de peces tropicales, que han proporcionado proteínas vitales a poblaciones locales de Japón durante generaciones, pueden desaparecer pronto a medida que los océanos se calientan, dejando mares vacíos a su paso.

Según un estudio publicado en la Revista Nature, investigadores descubrieron que los peces están yendo a mayores profundidades o se alejan de los mares ecuatoriales para encontrar aguas más frías; pero ahora han calculado que los países tropicales pueden perder la mayoría, si no la totalidad, de sus poblaciones de peces, con pocas o ninguna para reemplazarlas.

Aunque los científicos detectaron que la composición de las poblaciones está cambiando en muchas pesquerías mundiales, hasta ahora no han apreciado completamente el efecto devastador que la crisis climática tendrá en los países tropicales.

En el Mar del Norte, por ejemplo, cuando los peces como el bacalao se mueven hacia el norte para encontrar condiciones más frescas y agradables para la cría, son reemplazados por peces del sur con un valor comercial, como el salmonete, pero cuando los peces se trasladan del trópico, no hay especies cercanas al ecuador que se aclimaten al agua más caliente y puedan tomar su lugar.

Jorge García Molinos, de la Universidad de Hokkaido, y sus colegas en Japón y los Estados Unidos, emprendieron un estudio exhaustivo de 779 especies de peces comerciales para ver cómo expandirían o contraerían su área de distribución bajo el calentamiento global moderado y más severo entre 2015 y 2100, utilizando 2012 como una línea de base para su distribución.

“La salida de muchas poblaciones pesqueras de estas naciones vulnerables al cambio climático es inevitable, pero una cooperación internacional cuidadosamente diseñada podría aliviar significativamente el impacto en esas naciones”, asegura el estudio.

El modelo de computadora que usaron mostró que bajo el calentamiento moderado del océano, los países tropicales perderían el 15% de sus especies de peces para fines de este siglo, pero si las mayores emisiones de gases de efecto invernadero continuaran, alimentando un calor más severo, el porcentaje aumentaría al 40.

Los países más afectados estarían a lo largo de la costa del noroeste de áfrica, mientras que el sudeste de Asia, el Caribe y América Central también experimentarían fuertes descensos.

Alarmados por sus hallazgos, debido al efecto que tendrían en la nutrición de las personas que dependen de la proteína del pescado para su supervivencia, los científicos examinaron los acuerdos pesqueros existentes para ver si tenían en cuenta el hecho de que las poblaciones podrían moverse debido al cambio climático.

El análisis de 127 acuerdos internacionales disponibles al público mostró que ninguno contenía lenguaje para lidiar con el cambio climático o los movimientos de poblaciones a otras aguas, a pesar de que algunos se ocuparon de las fluctuaciones de existencias a corto plazo, pero no de movimientos permanentes, como tampoco abordaron la posible sobrepesca de las especies de reemplazo.